Una disputa surge entre dos o más partes cuando una de las partes hace demandas particulares a la otra. En última instancia, la incapacidad de resolver esta disputa deja a una de las partes sin otro recurso que resolver la disputa en los tribunales.

Una de las partes presenta una denuncia contra la otra para iniciar un proceso judicial. Posteriormente, el demandado presenta una respuesta al demandante.

Todos los involucrados intercambian información para informarse sobre detalles específicos y clave relacionados con la demanda.

Todas las partes se preparan para el juicio, que implica la recopilación de pruebas y el contacto con los testigos. También se pueden realizar esfuerzos de conciliación en esta etapa, y todas las partes pueden presentar una moción ante el tribunal para resolver el caso o establecer parámetros sobre los problemas tratados en el juicio.

Todas las partes presentan su versión de los hechos ante un juez o jurado. Para corroborar sus posiciones, todas las partes tienen la oportunidad de presentar pruebas y declaraciones de testigos y contrainterrogar a los testigos. Luego se decide el caso y se dicta una sentencia.

Todas las partes deben cumplir con las órdenes impuestas por la sentencia, y la persona que perdió tiene la oportunidad de apelar la decisión.

Sin embargo, no todos los casos se rigen por este procedimiento. A veces, los casos tienen procesos únicos establecidos por el tribunal. Si su caso de litigio tiene circunstancias particulares que requieren un procedimiento diferente, nuestros abogados litigantes en el sur de California pueden ayudarlo a lograr el mejor resultado posible.